"No necesito hablar
ni mentir privilegios;
bien me conocen quienes
aquí me rodean,
bien saben mis congojas y mis flaquezas.
Eso es alcanzar
lo más alto,
lo que tal vez nos dará el cielo:
No admiraciones ni
victorias
sino sencillamente ser admitidos
como parte de una realidad
innegable,
como las piedras y los árboles.
(De "Llaneza", Jorge luis Borges)

domingo, 28 de febrero de 2010

EL HOMBRE Y LA NATURALEZA

“El que nos encontremos tan a gusto en plena naturaleza proviene de que ésta no tiene opinión sobre nosotros” Federico Nietzsche
Las relaciones entre el hombre y la naturaleza siempre han sido conflictivas. Ella todo el tiempo está resaltando nuestra precariedad y nuestros límites. En contrapartida, nosotros hemos buscado, desde siempre, resaltar el carácter antropocéntrico de la creación y el rol de la humanidad como el sentido mismo del universo.

La religión primero y la filosofía después han planteado este divorcio. El hombre es algo distinto de la naturaleza. Puede ser su amo, su destructor, su amigo, su enemigo, su víctima; pero nunca será naturaleza.

“Lo natural es el mono” decía Ortega y Gasset en respuesta a quienes añoraban volver al Edén de la vida natural queriendo librarse del pecado original del pensamiento y la duda.
La sabiduría convencional todavía sostiene que es la conciencia del propio ser lo que nos aleja de la naturaleza. Lo que nos hace distintos a otros seres vivos.

Este punto de vista ha sido trastocado de manera fundamental por varios pensadores contemporáneos, entre ellos, el premio Nobel de química (1977) Ilya Prigogine. Su Teoría del Caos ha echado nueva luz sobre las relaciones entre naturaleza y humanidad dando al ser humano un nuevo lugar dentro de aquella.

Lo interesante de la teoría del caos es que no busca explicar la identidad hombre-naturaleza desde la irracionalidad del hombre sino que lo hace explorando la racionalidad de la naturaleza.
La teoría del caos nos describe cómo piensa la naturaleza a través de los procesos irreversibles y nos entrega una visión del tiempo como proceso creador. Estos procesos son muy similares a como actúa la sociedad en su conjunto.

El movimiento browniano, mejor conocido como recorrido aleatorio (random walk) es el que mejor explica tanto los fenómenos naturales, como los sociales.

Esto de alguna manera ha re-jerarquizado a los fenómenos naturales dándoles coherencia y dirección. El hombre se comporta socialmente como la partícula en suspensión persiguiendo ciego un objetivo desconocido por él en un universo de azar y necesidad.

Los dejo libres a sus reflexiones, no sin antes sumar un poco de ruido con un pequeño poema de D H Lawrence :

Autocompasión

Jamás vi una bestia salvaje
Que fuera autocompasiva.
Un pequeño pájaro caerá congelado de una rama

Sin haber tenido jamás que disculparse ante
sí mismo.


domingo, 14 de febrero de 2010

Regalo para los enamorados


"Para el uso de todos los días, denme alguien caprichoso,

con no mucho propósito en la vida,

y entonces no haremos la guerra,
ni necesitaremos
hablar de paz"
D.H.Lawrence



EL AMOR

EL AMOR EXISTE

ES AQUELLO QUE SE NOS PIERDE EN LAS PALABRAS
Y SE DILUYE EN INTENCIONES
(SIEMPRE DEMASIADO BUENAS, SIEMPRE DEMASIADO MALAS)

ES LA SOMBRA QUE ME RONDA ENTRE LA AUSENCIA
ACARICIÁNDOME DE ESPASMOS E INQUIETUDES
Y ME RECLAMA EN EL SILENCIO
DESLIZÁNDOSE SOBRE LA FRONTERA DE LA MENTIRA MÁS ABSURDA

EL AMOR SE ME HACE URGENCIA ALGUNAS NOCHES
EN QUE MI ALMA ASMÁTICA SE CIERRA Y ESTRANGULA
Y ES PROMESA DE CALOR EN EL INVIERNO
DE CARICIA DE SONRISA DE TERNURA

EL AMOR SON LOS PUNTOS SUSPENSIVOS
SON LAS HOJAS EN BLANCO

ES AQUELLA TACHADURA LLENA DE PUDOR
DESPUÉS DE HABER ERRADO UN PAR DE VERSOS


CARTA A UNA MUJER QUE CONOZCO Y NUNCA HE VISTO

Vos sabés, tanto tiempo aquí encerrado
condenado a ver todo hacia dentro
teniendo por única compañía
a una naturaleza presuntuosa y callada
dedicada a dejarse admirar
pero sin emitir la menor opinión sobre lo que la rodea.
Tratando de entender el significado de la palabra comunión
entre seres que no tienen otra cosa para contarme
que sus frustraciones merecidas y sus angustias predecibles.

He encontrado que todo aquello que tiene el prójimo para ofrecerme
si no me produce un repugnante desprecio
me aburre sin salvación.
Mi vida titubea entre disfrutar del odio de los idiotas
o claudicar al tedio.

Si no fuera porque el número de esperanzas que aún me queda por quemar
es todavía bastante grande
ya hace rato que me hubiera ido.

Pero siempre espero que te decidas y te hagas ver.
El otro día, por ejemplo,
pensé que te había encontrado ya definitivamente.
Claro, me confundió esa mirada profunda
que parecía querer desentrañar los secretos de la electricidad
a partir de la observación a una bombita que colgaba en el pasillo
y esa mueca plena de sarcasmos desesperados y de las piedades más crueles.
Todo eso parecía verdadero.
Pero no. Sólo encontré lo de siempre;
sed de cariño, deseo de posesión
y un monumental miedo:
Miedo al fracaso
(¡como si no fuese evidente que para triunfar o fracasar
es necesario que exista un objetivo, un para qué!)
miedo a la pobreza
miedo al ridículo
miedo al dolor
miedo a lo nuevo
miedo al error
(éste es el peor y más imperdonable de los miedos
ya que sólo del error nace la sabiduría
dichoso aquel que muere habiendo errado toda su vida
porque es el que ha recorrido más caminos).

Ya ves, no tengo nada nuevo para contarte.
Te espero y te extraño.
Y sigo teniendo fe en que algún día
voy a poder verte.

No quiero imaginarte
porque no sólo las caras
sino también los gestos, las palabras
y sobre todo las inteligencias
han aprendido a engañar.

Todo el mundo claudica
y miente para no estar solo.

Yo no te imagino
no te sueño
no te dibujo cada noche al acostarme.
Yo te conozco
como sólo me conozco a mí mismo
y no es necesario que Dios me haya dado un foto tuya
al arrojarme a este mundo
para que sepa como sos
simplemente tengo que sentarme a esperar
y escribirte
para que no me olvides.

La vida es aburrida sin vos
pero sería terrible con cualquier otra mujer.

Ya ves, la suerte está echada,
no existen motivos para tu retraso
si lo que esperabas era probar mi paciencia
podés estar segura de que voy a esperarte lo que sea necesario.

Pero es una picardía esta pérdida de tiempo.-

jueves, 11 de febrero de 2010

Cuando veas un Cluster, tratalo con cariño

Los hacedores de políticas públicas se avalanzan sobre las palabras como los chicos de los cumpleaños se tiran sobre los caramelos de las piñatas. Sin razón y sin pudor.

Como diría 'el loco de Dinamarca' son sólo palabras, palabras, palabras. Pero la realidad muchas veces va más allá de los delirios psicodélicos de nuestros políticos vernáculos y, algunas palabras de moda esconden interesantes posibilidades.


Eso es lo que pasa con la palabra cluster. Tanta gente se llena la boca con la palabra clusterización que ya creen que es una política pública como el emitir moneda, cobrar impuestos o endeudarse.

El cluster no es algo que surja o se instrumente desde el gobierno. Es un fenómeno de mercado que se produce en ciertas industrias donde la innovación es la mayor ventaja competitiva de sus firmas.


La palabra cluster fue acuñada y divulgada por Michael Porter quien resaltó la tendencia de ciertas industrias innovativas a agruparse geográficamente para enfrentar los desafíos de la globalización.

“Paradojicamente, la resistencia de las ventajas competitivas en una economía global descansan de manera creciente en los aspectos locales como el conocimiento, las relaciones y la motivación, cosas que los rivales más distantes no pueden tomar.”

No todas las industrias se agrupan en clusters pero parece ser un fenómeno recurrente en aquellas que son altamente innovadoras e intensivas en capital humano.


¿Por qué entonces en la era de la información, en la sociedad post capitalista se produce este fenómeno de agrupación geográfica que parece tan anacrónico?

Principalmente porque por más bytes, megabytes y gigabytes que se puedan enviar xor segundo a través del mundo quienes detentan el capital humano son gente que requiere para su mejor desempeño de aspectos no racionales. Uno de ellos, otra gente cerca.

La clusterización no es un fenómeno nuevo. Los movimientos literarios y cientiíicos son un ejemplo de clusterización donde la inteligencia se estimula y la cooperación y la competencia conviven en un contrapunto de tensión y fertilidad.

Para volver a citar a Porter: “la presión de los pares, el orgullo y el deseo de sobresalir en la comunidad estimula a los ejecutivos a superarse uno de otro”.

El cluster del vino en el valle de Napa no surgió porque allí la tierra era propicia para el cultivo de la vid, surgió porque un grupo de productores de vino se encontraron frente a la disyuntiva de tener que enfrentar a un muy antiguo y bien parapateado adversario como era la producción europea y necesitaron de cada neurona del grupo para desarrollar una estrategia exitosa.


La economía todavía no ha ingresado al difícil campo de estudiar qué impulsa a cierta comunidad a ser creativa frente a otra que se comporta de manera replicativa. Parece un cocktail bastante complejo de educación, emprendedorismo, amor al riesgo y estabilidad jurídica. Lo cierto es que cuando se produce en la medida adecuada un grupo de personas que se encuentran en lugares absolutamente inverosímiles producen resultados extraordinarios para la humanidad.


En Buenos Aires han surgido dos clusters a los cuales hay que prestarles particular atención: uno el de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TICs) que ha liderado en Latinoamérica mucho del aporte realizado al avance de internet y del software. Y el otro el de formatos y contenidos audiovisales en todas sus alternativas; cine, televisión, videojuegos y publicidad.

Esto no lo han hecho los gobiernos pero es responsabilidad de los mismos que Buenos Aires aproveche la oportunidad que sus empresarios han encontrado.

Los cluster ofrecen una manera constructiva de cambiar el diálogo entre los sectores públicos y privados ya que tienen para ofrecer a la política un caso de éxito sobre el cual la misma puede trabajar.

Es ahí donde el político debe actuar con mucha responsabilidad no atentando contra los aspectos que permitieron que el cluster surgiera en primer lugar. Sino es así, una vez más, la politica argentina va a desaprovechar una valiosa opción asesinando torpemente otra gallina que nos ofrece huevos de oro.



domingo, 7 de febrero de 2010

EL CREPÚSCULO DE LOS HOMBRES

Crepúsculo de Monet.

Ya el eco de júbilo ha pasado
Y hasta el eco de este eco se hizo eco
Una sombra pesada y silenciosa
Se apoltrona sobre nuestra espalda.

No imagino un futuro hecho de ruinas
Ni poblado de autómatas perversos.
Imagino cerebros estreñidos
Vocaciones caducas, voluntades
Vencidas, ambiciones estériles,
Inseguridades sin salvación;

Y en ecos de silencio y pudredumbre
Sombras oscuras de pasados cuerpos
Humos sacros de hogueras antes fuegos,
Debatiéndose por sobrevivir sin fe;
Mueca muerta después de una sonrisa
estrella sin luz o verde sin árbol

Ya no queda nada afuera, eso no es nada
Duele el eco del hueco dentro nuestro.-