"No necesito hablar
ni mentir privilegios;
bien me conocen quienes
aquí me rodean,
bien saben mis congojas y mis flaquezas.
Eso es alcanzar
lo más alto,
lo que tal vez nos dará el cielo:
No admiraciones ni
victorias
sino sencillamente ser admitidos
como parte de una realidad
innegable,
como las piedras y los árboles.
(De "Llaneza", Jorge luis Borges)

viernes, 9 de julio de 2010

Declaración


Primero que nada quiero aclararte...
Que no te guardo ningún rencor.
Es realmente muy difícil quererme.
Soy, algo así como un supermercado
donde se ofrecen todos los defectos.
Soy pedante, lento, desubicado,
charlatán, egoísta, perezoso,
inconstante, pesado, manirroto,
mentiroso, sarcástico, soberbio,
vanidoso, sensiblero, tímido,
falto de tacto, demasiado flaco,
con una piel que se pone color
camarón al primer contacto
con una lamparita. Mi voz es ronca.
Soy narcisista, de conversación
aburrida, harto locuaz,
maleducado, cobarde, creído,
torpe, narigón, hipocondríaco,
inseguro, cínico, hipertrope
y con una innegable tendencia a sobrevalorarme.
Si a todo esto sumamos mi riqueza
que se reduce a un puñado (Ni siquiera muy abultado)
de deudas; concluiremos en que
no soy, objetivamente, un gran partido.


Ahora bien,
más allá de todos estos hechos
empíricamente verificables
no encuentro ninguna razón de peso
ningún derecho especial
ninguna prerrogativa parlamentaria
que te haya otorgado el privilegio
de histeriquearme.

En consecuencia y ante la falta de
motivos en contrario
quiero hacerte llegar ésta, mi declaración
de independencia de tus arbitrariedades.-


No hay comentarios:

Publicar un comentario