"No necesito hablar
ni mentir privilegios;
bien me conocen quienes
aquí me rodean,
bien saben mis congojas y mis flaquezas.
Eso es alcanzar
lo más alto,
lo que tal vez nos dará el cielo:
No admiraciones ni
victorias
sino sencillamente ser admitidos
como parte de una realidad
innegable,
como las piedras y los árboles.
(De "Llaneza", Jorge luis Borges)

sábado, 25 de septiembre de 2010

Cambio de Plataforma

Amigos les cuento que migré mi blog a


http://blog.carlospirovano.com


vaya mi agradecimiento al señor Mariano Amartino quien me regaló la posibilidad de utilizar está nueva plataforma.

sábado, 11 de septiembre de 2010

Las enseñanzas de 1984




George Orwell es de esos escritores que cuando uno los lee se quedan en la mente durante toda la vida. Periodista, inglés, de izquierda, que anduvo del lado republicano durante la guerra civil española se volvió virulentamente antiruso y eso lo arrastró, naturalmente, a las filas del liberalismo que es donde abrevan las almas enamoradas de la búsqueda de la verdad y de las causas perdidas.

En 1943 escribió "Animal Farm", conocida en Argentina como "Rebelión en la Granja", un libro que fabula la experiencia soviética, escrito en plena segunda guerra mundial. Fue obviamente rechazado por cuatro editores hasta que, en 1945 cuando los tiempos cambiaron pudo ser publicado.

En 1971 fue descubierto el manuscrito del prólogo titulado "La libertad de prensa". En él se puede sentir la amargura de quien tenía cosas valientes para decir y debió enfrentar, para ello, a la sociedad.

Ese prólogo tiene, a mi entender, la mejor defensa a la libertad de prensa jamás escrita. Déjenme abusar de ustedes citando dos párrafos:

"Pero la "libertad", como dice Rosa Luxemburgo, es Libertad para los demás". Idéntico principio tienen las palabras de Voltaire: "Detesto lo que dices, pero defendería hasta la muerte tu derecho a decirlo". Si la libertad intelectual ha sido -sin duda alguna- uno de los principios básicos de la civilización occidental, o no significa nada o significa que cada uno debe tener pleno derecho a decir y a imprimir lo que uno cree que es la verdad, siempre que ello no impida que el resto de la comunidad tenga la posibilidad de expresarse por los mismos inequívocos caminos".

Luego cierra:

"Si la libertad significa algo, es el derecho a decirles a los demás lo que no quieren oír".

La potencia y lucidez de su "Animal Farm" se vuelve sombría y gris en "1984". Escrita a comienzos de la guerra fría, en 1948, formó parte de una serie de publicaciones de la época en donde la literatura ensayó distintas visiones del futuro.

Las más perdurables fueron "El mundo feliz" de Aldous Huxley y esta novela que retrata con la sordidez de quien ha vivido la privación en carne propia un futuro de estancamiento y pobreza planificados.

Recuerdo que al terminar el libro anduve como drogado por unos días sin saber que cosa era la realidad. El final es terrible. No sólo por la crudeza de las torturas sino por el debate sobre la verdad y por el objetivo final del estado totalitario. Ellos no quieren que obedezcas ellos quieren que los ames.

El libro está escrito por un profundo conocedor de las prácticas totalitarias. Prácticas que pueden verse registradas tanto en la Italia fascista como en la Alemania nazi, en la Rusia soviética o en la Cuba castrista. Pero lo más impactante y que tiene mucha vigencia bajo el régimen kirchnerista, es la vocación del totalitario de construir la verdad.

No estoy diciendo que el sistema que actualmente rige en la Argentina sea totalitario. No lo es. De hecho, todavía hay una democracia que se debe sostener. Lo que afirmo es la vocación totalitaria del kirchnerismo en el sentido de construir la historia, no con un criterio de verdad, sino con un sentido de poder.

Entiéndase bien, a la gente se la conoce por sus enemigos, y los enemigos del kirchnerismo no son ni el fascismo ni la derecha. Es peligrosamente llamativo que todo el espectro autoritario se haya unido en torno al modelo K. No hablemos de Pichetto, Juanjo Álvarez, Hadad, Moyano, Guillermo Moreno o D'Elía junto a Hebe de Bonafini, Nilda Garré, Verbinsky y Hector Timermann. Aldo Rico y su amigo Kunkel son tal vez, el cuadro más representativo que explica lo que sella esta sociedad.

También es llamativa la argumentación desplegada por la izquierda defensora del kirchnerismo. Leyendo a los bloggeros K uno podría pensar que se han formado en Maquiavelo, en Mosca y en Burnham y no en Gramsci y en Oskar Lange. Existe un nuevo cinismo realista en su discurso que es netamente "de derecha".

Todo esto me hace volver a Orwell y a la actualidad de alguna de sus enseñanzas. El kirchnerismo es un espacio con un denominador común: la verdad debe ser un instrumento de poder controlado por el estado. Esto es lo peligroso de su pensamiento y por ello no dudan en modificar todo cuanto esté a su alcance para que la historia sea una prostituta dócil a sus intereses.

El Indec, los 70´, los 80' y los 90' no son estadísticas a interpretar o registros históricos donde iniciar un arduo trabajo para entender la realidad. Son herramientas de justificación de las acciones presentes para denostar, criminalizar, perseguir y humillar a quienes se oponen a sus intereses.

La manipulación de la verdad la transforma en algo plástico a los objetivos del poder. Si Néstor compró dos millones de dólares es algo tan superfluo como ir al baño, pero un ciudadano común debe informar por cada dolar que adquiere como si esto pudiera ser un delito de lesa humanidad. Hegelianismo puro, todo puede ser verdad y mentira al mismo tiempo.


"LA GUERRA ES PAZ
LA LIBERTAD ES ESCLAVITUD
LA IGNORANCIA ES FUERZA"

"De su bolsillo extrajo una moneda de veinticinco céntimos. También grabada sobre ella, en caracteres pequeñitos, podía leerse los citados lemas, mientras en el reverso aparecía la efigie del Gran Hermano, cuyos ojos vigilaban avizores e incansables desde el metal de las monedas. Estaban en todas partes esos ojos: en monedas, sellos de correos, sobre la tapa de los libros, en los estandartes y cartelones y hasta en los atados de cigarrillos. Siempre los ojos en acecho y la voz premonitoria. Despierto o dormido, en el trabajo, durante las horas de reposo, en casa y en la calle, en el baño o echado en la cama, no había forma de esquivar su sempiterna vigilancia. No se era dueño de nada, salvo de algunos pocos centímetros cúbicos de materia gris en el cráneo"
Sé que todavía estamos lejos de esa trágica realidad orwelliana. Pero relajarnos frente a esta idea no nos aleja del hecho de que éste sea el sueño de quienes hoy están en el poder.

La libertad no es un regalo del cielo para que disfrutemos de sus placeres, es una tarea diaria, es hacer preguntas incómodas, es poner en riesgo algo de nuestro confort para no perder lo más importante de todo, la responsabilidad sobre nuestra vida.

lunes, 12 de julio de 2010

¿Un Newton en economía?

El sutil @ajlopez nuevamente plantea un tema interesante, profundo y complejo a la vez http://ajlopez.zoomblog.com/archivo/2008/04/14/el-estudio-de-la-economia.html ¿Es la ciencia económica una ciencia menor? ¿Requiere de un Newton que le de una teoría general que la enmarque y la lance a la conquista de temas relevantes?




Reconozco que tengo pocas esperanzas en que surja un astro económico que nos haga girar alrededor de él. En parte por la naturaleza epistemológica de la ciencia económica.


En efecto, la economía por su caracter social es propensa a los debates estériles y, por su naturaleza política, tiende a ser usada como argumento del poder. Se mueve entre lo más bizantino y lo más terrenal. Tiene una marcada propensión a caer en paradojas y, en el mejor de los casos, construye tautologías.


La "Teoría general" de Keynes que aspiraba a ser el marco de madurez de una ciencia nueva terminó siendo un caso particular y una farmacopea para una situación especial de sistema de precios rígidos a la baja (Sticky prices http://en.wikipedia.org/wiki/Sticky_(economics) ) explicada por sus discípulos más destacados.


De todas maneras siento que la ciencia económica ha avanzado mucho en estos últimos 40 años. Y la mejor demostración de ello ha sido la crisis financiera desatada a partir de las hipotecas sub prime. Yo se que muchos pensarán que un verdadero aprendizaje hubiera sido el que no hubiera ninguna crisis pero ¿Por qué le pedimos a la economía lo que no le pedimos a la medicina? Las crisis económicas forman parte de la vida del capitalismo, de hecho existe una "teoría de los ciclos económicos", que no está muy desarrollada por cierto.


Lo importante es que, después de experimentar una crisis financiera casi tan profunda como la que sumió al mundo en una profunda depresión en 1930, los economistas no discutieron como entonces entre a y z, sino que se concentraron en herramientas ya conocidas y minimizaron el daño.


Probablemente Bernanke no sea recordado como el Newton de la economía pero va a tener un muy relevante lugar como el hacedor de políticas económicas que evitó una depresión cuando todos pensaron que era inevitable.

domingo, 11 de julio de 2010

Valor y Precio

Teoría de la formación de precios (I)

El siempre amable @ajlopez inició este post con una twitt-pregunta; ¿Cómo se forman los precios? Es una pregunta tan interesante que no alcanza un solo post para contestarla. Por ello iniciamos una serie que, espero, se vaya enriqueciendo con la participación de todos.


La teoría de la formación de precios es relativamente reciente. No así la teoría del valor que, probablemente, se remonte a los filósofos griegos. El precio y el valor se encuentran relacionados pero no son lo mismo y, pensar que su precio es su valor puede llevar a corolarios lógicos paradojales.

La teoría del valor busca responder a la pregunta ¿Por qué vale un bien? Y la teoría de los precios busca responder a la pregunta ¿Cómo se forma y actúa el sistema de precios? Estas dos preguntas no tienen de ninguna manera la misma respuesta.

Los clásicos creían que el valor de las cosas era objetivo. Y la discusión se centraba en qué cosa aportaba valor a los bienes. Los fisiócratas http://www.econlink.com.ar/fisiocraciacreían que era la tierra, los clásicos con David Ricardo a la cabeza http://es.wikipedia.org/wiki/Teor%C3%ADa_del_valor-trabajo creían que era el trabajo incorporado al bien. Todas estas teoría confluirían en una teoría unificada del valor a partir del costo de producción.

Como Thomas Sowell lo expresara en “On classical economics”: “La teoría clásica del valor era en sí misma, una clara teoría del costo de producción. El valor de las mercancías competitivas producidas igualaba “el” costo (fijo) de producción en la industria y un costo ascendente de producción en la agricultura. Puesto que la renta no era una parte del costo de producción, este último se reducía al costo del capital y del trabajo”.
http://www.tsowell.com/onclassicalecon.htm

Esta posición, llevada al extremo por Marx http://es.wikipedia.org/wiki/Karl_Marx en su libro “El Capital” conducía a la paradoja de tener que disociar el valor en un valor de uso y un valor de cambio, sumado a que no explicaba otra serie de paradojas como la pérdida económica, el valor de bienes que no tienen trabajo incorporado además del valor del tiempo.

Hacia 1870 tres economistas en forma simultánea e inconexa desarrollaron una nueva teoría del valor que revolucionaría la ciencia económica. Leon Walras en Francia, William Jevons en Gran Bretaña y Carl Menger en Austria, desarrollaron las teorías subjetivas del valor, conocidas hoy como teorías del utilidad marginal http://en.wikipedia.org/wiki/Marginal_utility . Esta idea se basaba en dos conceptos, los bienes valen porque la gente los necesita y porque son escasos.

El valor dado por los individuos a los bienes dependía entonces de un factor subjetivo que era su utilidad relativa. No vale lo mismo un lápiz de labio para una adolecente que para un empresario de supermercado.

El intercambio de bienes no se da entre dos personas que valoran dos bienes de la misma manera. Se da entre dos personas que valoran más lo que tiene el otro que lo que tiene uno.

Ahora bien, estas valoraciones individuales empiezan a afectar el ámbito social. El empresario de supermercado puede no necesitar un lápiz de labio, pero sabe que muchísimas adolecentes lo quieren entonces desarrolla un negocio donde ellas lo pueden encontrar.

Estas teoría fueron luego perfeccionadas por una segunda generación de marginalistas entre los que se destacana Vilfredo Pareto http://en.wikipedia.org/wiki/Vilfredo_Pareto , Alfred Marshall http://en.wikipedia.org/wiki/Alfred_Marshall y Eugen von Böhm-Bawerk http://en.wikipedia.org/wiki/Eugen_von_B%C3%B6hm-Bawerk.

Ellos desarrollaron el concepto de tasa marginal de sustitución, en especial Pareto se dio cuenta que el valor subjetivo que se le daba a los bienes interactuaba socialmente a partir de la escasez relativa formando un complejo sistema de precios relativos.

Los precios son un reflejo de las valoraciones subjetivas y de su escasez relativa en forma de un sistema de información. Esto fue desarrollado por Friedrich Hayek en un hoy clásico paper http://mises.org/about/3234 . El sistema de precios no es otra cosa que un sistema de información que refleja la utilidad de un bien en términos de su capacidad de cubrir necesidades o de generar nuevos bienes.

Terminemos este extenso post con el ejemplo del mecánico que al mirar el auto descompuesto en medio de la calle; abre el capót y con un destornillador gira un tornillo y lo hace andar. El dueño del auto le pregunta cuánto le debe y el mecánico contesta:
- Son mil pesos
-¡Mil pesos! ¿Por girar un tornillo?
-No, de ninguna manera girar el tornillo es gratis, llegar hasta aquí y saber qué tornillo girar es lo que vale mil pesos.

viernes, 9 de julio de 2010

Declaración


Primero que nada quiero aclararte...
Que no te guardo ningún rencor.
Es realmente muy difícil quererme.
Soy, algo así como un supermercado
donde se ofrecen todos los defectos.
Soy pedante, lento, desubicado,
charlatán, egoísta, perezoso,
inconstante, pesado, manirroto,
mentiroso, sarcástico, soberbio,
vanidoso, sensiblero, tímido,
falto de tacto, demasiado flaco,
con una piel que se pone color
camarón al primer contacto
con una lamparita. Mi voz es ronca.
Soy narcisista, de conversación
aburrida, harto locuaz,
maleducado, cobarde, creído,
torpe, narigón, hipocondríaco,
inseguro, cínico, hipertrope
y con una innegable tendencia a sobrevalorarme.
Si a todo esto sumamos mi riqueza
que se reduce a un puñado (Ni siquiera muy abultado)
de deudas; concluiremos en que
no soy, objetivamente, un gran partido.


Ahora bien,
más allá de todos estos hechos
empíricamente verificables
no encuentro ninguna razón de peso
ningún derecho especial
ninguna prerrogativa parlamentaria
que te haya otorgado el privilegio
de histeriquearme.

En consecuencia y ante la falta de
motivos en contrario
quiero hacerte llegar ésta, mi declaración
de independencia de tus arbitrariedades.-


domingo, 4 de julio de 2010

Pensamientos sobre la próxima década


La decisión tomada por China de permitir que el yuan se aprecie en relación con el dólar es, quizá uno de los hechos de política económica más importantes de la década.

Esto no significa, obviamente, que su efecto será inmediato, ni lineal, ni carente de riesgo. Siempre hay un riesgo enorme cuando cambian las cosas a las que estamos acostumbrados.

En 1973 China bajo el liderazgo de Deng Xiao Ping comenzó un proceso de reforma de su economía que le permitió superar el retraso que le había producido sus anteriores experimentos, “El gran salto adelante” y “La revolución cultural”. Durante más de treinta años viene creciendo a tasas extraordinarias que la han posicionado como una potencia económica de primer nivel.

Su incorporación, junto a la India al sistema capitalista, inauguró un período de bienestar nunca visto en la historia de la humanidad. La década del 90 fue la primera en que la pobreza se redujo en el mundo en términos absolutos, esto significó, con una población creciente, una reducción importantísima en términos relativos.
Esta realidad positiva no impide reconocer que China experimenta una suerte de capitalismo bismarkiano profundamente represivo y asentado en el mantenimiento de una amplia masa trabajadora muy barata y alejada del consumo.

El pilar fundamental de política económica donde se asienta este modelo es una moneda devaluada, es decir, el sostenimiento a partir de la política económica de un salario bajo, consumo bajo y altísimas tasas de ahorro. Bajo está política el Banco Central Chino pasó a tranformarse de el principal tenedor de bonos del tesoro norteamericano con más de 360.000 millones de dólares de reservas.
Este modelo comenzó a resquebrajarse durante el nuevo milenio y, evidentemente hizo explosión con la crisis del 2007.

China ha empezado a notar que no se puede promover la producción restringiendo el consumo. Y que depender de los consumidores norteamericanos a partir del crédito generado con su ahorro puede resultar muy peligroso.

Permitir la apreciación del yuan tiene como objetivo más inmediato la creación de un mercado interno de consumidores que reste volatilidad a su crecimiento y que lo libere de la dependencia externa.

Pero este objetivo no puede obtenerse sin superar desafíos y sin costos.

En primer lugar, China deberá encontrar sus ventajas competitivas a partir de diferenciales que no pasen por un salario bajo sino que se orienten a factores vernáculos.

El aumento de salarios planteará la necesidad de flexibilizar su estructura productiva y capacitar a su fuerza laborar hacia los sectores donde China sea realmente competitiva.

Superada la readecuación de su matriz productiva, sobrevendrá el desafío de enfrentar los crecientes reclamos de su naciente clase media. Éste es, probablemente, su valla más difícil. China nunca a podido conjugar prosperidad con estabilidad política pero no significa que no pueda resolver este dilema.

La creación de un importante mercado interno asiático liderado por China e India sin duda tendrá un muy fuerte impacto en el resto del mundo.

En primer lugar equilibrara el actual desbalance entre ahorro y consumo donde el mundo rico consumía mientras China ahorraba.

El aumento en el consumo por parte de China tendrá su contrapartida en un aumento del ahorro en los países de la OECD y, probablemente esto será consecuencia de un aumento en la tasa de interés.

Mayores salarios en Asia liberarían de presión a los salarios norteamericanos y podrían generar una mayor presión inflacionaria en los países de la OECD. Esto obligaría a subir la tasa de interés. Pero la mayor competitividad norteamericana podría evitar una recesión.



Finalmente, Brasil podría acompañar, y de hecho lo está haciendo, un proceso similar al Chino e Indio y transformarse en el motor de crecimiento para Latinoamérica.

Pero Argentina tiene un rol mucho más interesante en los desafíos de la próxima década. Con una política de alianza entre el desarrollo tecnológico y el campo, Argentina podría transformarse en la principal exportadora de tecnologías de producción agropecuaria para África, Latinoamérica y Asia Central.

Argentina fue durante la década del 90 líder en nuevas tecnologías de producción de alimentos y este conocimiento es de un valor inmenso para muchos países pobres, con poca población y abundante tierra.

Argentina podría liderar una nueva revolución de los alimentos pero para ello necesita primero recomponer su industria agropecuaria luego de tres años de persecución irracional y alinearla con una política exterior que entienda el rol clave que la Argentina puede jugar en el mundo.
El mundo está experimentando cambios que le darán a muchos países nuevos roles y nuevas oportunidades de protagonismo. Me parece que no va a estar bien que los argentinos sigamos abusando de la paciencia del mundo. No somos un país condenado al éxito, somos un país bendecido con enormes promesas pero con una ciudadanía que debe aceptar la responsabilidad de hacerlas realidad.

domingo, 20 de junio de 2010

LO QUE YA NO EXISTE

Yo no se que me ha dado por dolerme la historia
al ver como en los libros reluce la pureza,
como ocupan Lucrecia, Penélope y Tecmesa
su lugar de arquetipos y su nimbo de gloria.

La impotencia me pide que calle a la memoria,
que oculte frías ausencias por delicadeza;
la virtud ya no existe, ha muerto la nobleza,
los hombres discutimos el valor de la escoria.

No hallarán a un tiempo inmortalidad y muerte
Leónidas en Termópilas, en Filipos Bruto;
el pasado callado en mi cuerpo se vierte
y me viste de sombras, de vacío, de luto.

Nuestro tiempo ha jugado su destino y la suerte
nos manda que sirvamos como esclavos a Pluto.-

viernes, 18 de junio de 2010

SONETO MODERNISTA ESCRITO EN TIEMPO POST SUPERREALISTA

Imagino mejores perspectivas
para versos, valores y verbenas
que vestir de María Magdalena
que porfiar con ajenas inventivas.

Difunto de sufrir a tantas divas
que me secan el alma por mis venas
me entrego seducido a mis sirenas
serenos sueños de sonrisas vivas.

He optado por abrir las soledades
salvarme de traiciones, titubeos
del insomnio de ver, de las verdades
del dolor de un millón de prometeos.

Y es que al fin comprendí que en este Hades,
el llanto es afluente del Leteo.-

domingo, 13 de junio de 2010

El rol de la política pública en la gestión de la innovación

“Toda organización tendrá que aprender a innovar, y la innovación puede organizarse como un proceso sistemático y debería organizarse como tal”. Peter Drucker

Ya no sólo las empresas, cada comunidad debe entender el futuro como un continuo de competencia-cooperación donde quien no adquiera un rol productivo en el proceso innovador va a quedar desfasado.

El Estado como operador no está en condiciones, por su naturaleza burocrática, en convertirse en un gestor de innovación. Eso debe dejarse al emprendedor, al individuo con el conocimiento, la motivación y la épica para explorar nuevos escenarios.

Finalmente, el juicio del éxito o el fracaso de una gestión de innovación, de un emprendimiento innovativo debe dejarse a la sociedad. Es el cliente quien dará su juicio sobre la utilidad de un nuevo proceso, producto o servicio. Ese tampoco debe ser un lugar para el Estado.

Pero el Estado tiene un rol fundamental en los procesos innovativos que construyen las nuevas sociedades. El Estado no desaparece en una sociedad dinámica que prueba y se equivoca, que premia el acierto y olvida tristemente el fracaso. El Estado tiene el lugar de la regulación, de la política pública.

Y la política pública son las reglas del juego y el dónde se vigila que las mismas se cumplan.
La responsabilidad y la rendición por lo actuado es tan vital para la innovación como el aporte de la creatividad y las ideas frescas: hacen que un juego se transforme en un deporte y que una tecnología prospere y beneficie a la humanidad.

En el mundo de la libertad creativa no hay ideas buenas o malas. En el mundo de la innovación todo se prueba y el cliente juzga. Pero el cliente es un juez cruel que castiga lo que no le satisface, desechándolo y condenándolo al olvido.

El castigo es terrible pero está relacionado con un premio muy dulce. Sólo basta ver la confianza y el reconocimiento que se lleva un Steve Jobs, un Warren Buffet o un Nicholas Negroponte para aceptar que vale la pena jugar el partido de las ideas puestas en acción.

Un juego tan cruento requiere de leyes claras, aceptadas y responsables. Requiere que se acepte que el fracaso no es malo y que el éxito está construido sobre muchos intentos fallidos.

He ahí donde la política pública tiene su rol. Defendiendo al mérito, estimulando al que empieza, registrando y promoviendo mejores prácticas, castigando a quien no asume el proceso con responsabilidad.

Como ejemplo quiero dar cuenta de una institución que tenía la Grecia Antigua -que a mí siempre me ha impresionado mucho-. Obviamente, Atenas fue el primer lugar donde el proceso de conocimiento fue claramente gestionado y donde pensar e innovar no fue una excepción sino una regla.

Como dice Nietzsche: El mundo tiene héroes, Grecia tuvo sabios.

En Grecia cuando alguien adquiría demasiado poder, en cualquier sentido, tanto que podía poner en riesgo el normal desenvolvimiento de la comunidad; el ágora, es decir, la democracia directa, podía expulsarlo durante 10 años, sin mediar más proceso que el deseo de los ciudadanos.

Esta práctica, llamada Ostracismo (de Ostracon, concha que es donde se ponía el nombre de la persona que se quería expulsar), no implicaba pérdida de derechos ni de dignidad. Simplemente era un resguardo de la ciudad frente a un ciudadano demasiado exitoso.

Grandes Griegos como Arístides el sabio o Protágoras el sofista sufrieron el ostrasismo. Riesgo presente en todo momento en su sociedad y que, sin embargo no evitó que se tratara de una de las sociedades donde la gestión del conocimiento se realizara de la mejor manera.

Obviamente, no pretendo que se imponga una ley tan dura para un innovador exitoso. Pero pone el acento en los problemas que se generan las sociedades donde el éxito impone un peligro para su evolución.

La política pública no debe ser ni la gestora de la innovación, ni la jueza del éxito de ésta. La política pública debe ser la guardiana de las buenas prácticas y la defensora de un comportamiento responsable.

El éxito trae poder y el poder trae abuso. El estímulo a la innovación debe permanecer pero no degenerar en que el innovador de ayer sea el retrogrado de hoy. Eso es gestión de innovación. John Dos Passos en su libro “El Gran Dinero” realiza una semblanza de la vida de Henry Ford. La termina de esta manera:

“Henry Ford en la vejez es un apasionado anticuario. Reconstruyó la granja de su padre así como él la recordaba de chico. Construyó un pueblo de museos de antiguos coches, trineos, viejos arados, turbinas y antiguos modelos de automóviles. Hurgó todo el país en busca de violinistas que supieran tocar cuadrillas bien pasadas de moda. Compró muchas tabernas viejas a las que restituyó su aspecto original, así como los primeros laboratorios que fueron de Edison. Al comprar la Wayside Inn cerca de Sudbury, Massachusetts, hizo que la carretera que pasaba frente a la puerta fuera desviada, a fin de que los nuevos modelos de los automóviles que rugían y silbaban (el nuevo ruido del automóvil) no le molestara y reconstruyó la antigua carretera llena de pozos para que todo estuviera como en los días del coche y el caballo.”

El rol de la política pública en la gestión de innovación es, fundamentalmente, proteger a las ideas nuevas, de la autoridad constituida y del saber institucionalizado de las ideas viejas.


domingo, 6 de junio de 2010

Teorías de valorización de activos


Uno de los libros que más me ha ayudado sobre las crisis financieras es el clásico de Burton Malkiel, "A random walk down wall street" (http://en.wikipedia.org/wiki/A_Random_Walk_Down_Wall_Street). En el mismo, el profesor de Princeston trata de describir tanto teórica como históricamente el devenir de las distintas burbujas financieras y crisis económicas a lo largo de la historia del capitalismo.
Las dos columnas fundamentales en la que asienta su descripción son las teorías del "valor intrínseco" y la teoría de los "castillos en el aire"; siendo la espada más representativa de la primera, Irving Fisher http://en.wikipedia.org/wiki/Irving_Fisher y de la segunda, Sir John Maynard Keynes http://en.wikipedia.org/wiki/John_Maynard_Keynes .

Ambas buscan dar respuesta a una pregunta fundamental en la teoría económica capitalista. Ésta es: por qué las cosas tienen valor y cómo determinar el mismo.

La teoría del valor intrinseco sostiene que los instrumentos financieros tienen un valor determinado en base a los fundamentos que subyasen en ese instrumento. En consecuencia, puede conocerse el valor de ellos, a través de un cuidadoso análisis de rentabilidad.

Esta teoría es sostenida en la actualidad por numerosos inversionistas siendo el más famoso Warren Buffet http://www.invertirenbolsa.info/libro_bolsa_the_warren_buffet_way_robert_g_hagstrom.htm .


Keynes sostenía, en cambio, que era de dudosa utilidad sumergirse en el estudio del valor de un producto financiero cuando su valor dependía tan dramáticamente de la opinión de los otros inversionistas.
En sus propias palabras, "no es razonable pagar 25 por una inversión en la que se considera que las perspectivas de rendimiento justifican un valor de 30, si a su vez considera que el mercado la valorará en 20 de aquí a tres meses".

Para Keynes, lo importante eran las expectativas de la gente y, aunque nunca formuló una teoría sobre como se formaban las mismas, abrió un campo para el estudio de la economía influenciada por ellas.

Es interesante hacer notar que, mientras la teoría del valor intrínseco no explica las burbujas, los pánicos y los cracs financieros sino que se centra en el largo plazo. Para La teoría de los castillos en el aire el valor es algo tan subjetivo que puede generar booms o pánicos en cualquier momento y casi sin motivo aparente. Basta que la gente crea que el activo va a seguir subiendo para que lo adquiera y esto provoque que su precio se convalide.

Oskar Morgentern http://homepage.newschool.edu/het/profiles/morgenst.htm defiende este punto de vista en su "Theory of games and economic behavior". En una economía de intercambio, el valor de cualquier activo depende de una transacción presente o en perspectiva. Morgentern consideraba que todo inversionista debería colocar sobre su escritoio la máxima en Latín:
"Res tantum valet quantum vendi potest"
"Las cosas valen tanto como lo que puedas obtener al venderla"

Y aquí, dos teorías: las cosas valen porque la gente cree que valen y las cosas valen porque la gente las necesita. Pero, ¿cómo establecer cuánto? Frederich Hayek http://mises.org/about/3234 en 1942 escribió un paper que sería fundamental para el desarrollo de la ciencia económica. En él explicaba al sistema de precios como un mecanismo de transmisión de información. En efecto, los precios revelan lo que la gente cree, lo que la gente necesita y lo que la gente siente.

Estas afirmaciones junto a los trabajos de Louis Bachelier http://es.wikipedia.org/wiki/Louis_Bachelier dieron origen a la teoría de los mercados eficientes. Esto no es, como piensan algunos, que los mercados nunca se equivocan. Lo que sostiene la teoría es que los mercados registran y recolectan toda la información disponible. Incluso las creencias falsas o los rumores. Información, opiniones y teorías; todo tiene su ponderación en el precio de un activo y, cuando una nueva noticia se conoce o se confirma, ésta pasa por el matiz de cada opinión en la forma de una compra o una venta y afecta el valor del activo.

Por eso, la forma de electrocardiograma que tienen los cotizaciones no son una señal de irracionalidad. Todo lo contrario, nada más racional que cambiar a medida que el mundo cambia y en su misma dirección.

domingo, 23 de mayo de 2010

Enamorado

"Para el uso de todos los días, denme alguien caprichoso,
con no mucho propósito en la vida,
y entonces no haremos la guerra, ni necesitaremos
hablar de paz."
D.H.Lawrence

CON EL VÉRTIGO DE QUIEN SE SIENTE EL BLANCO DE UN GUILLERMO TELL MIOPE
DE QUIEN VE COMO VUELA A SU ENTRECEJO UNA FLECHA EQUIVOCADA Y DIVERTIDA
QUE A SU SIMÉTRICA REALIDAD HUNDE EN UN CAOS SEDUCTOR E INEXPLICABLE.
ALGO TAN OBSCENO COMO DESEAR ROMPERSE EL BRAZO
SOLAMENTE PARA TENER LA OPORTUNIDAD DE QUE LO CUIDEN.

LA LUCIDEZ PASA A SER UNA TRAICIÓN IMPERDONABLE
A TODO LO INCREIBLE, FABULOSO, EXTRAORDINARIO.
UNA COLABORADORA A LO MÁS RUTINARIO DE NUESTRO CEREBRO.

ENTONCES; LA MAYOR INSENSATEZ NACE CON RIMA
Y SE INSTALA EN NUESTRA REALIDAD CON LA FUERZA DE LO EVIDENTE

LO LÓGICO SE NOS HACE MEZQUINO
Y LO RIDÍCULO SE TORNA TAN NOBLE Y TIERNO COMO UN SANTO GRIAL EN LA HELADERA
LLENO DE JUGO DE TOMATE

Y SUCEDE QUE EL TIPO ES CAPAZ DE MATARSE
(TENIENDO MUCHAS RAZONES PERO SIN MOTIVO)
POR ALCANZAR UNA MAGNOLIA EN EL PARQUE LEZAMA.



Los ideales de mayo

Entrando al Bicentenario me ha dado por reflexionar lo poco que hemos cambiado en doscientos años. Después de todo la Revolución de Mayo fue:
a) una revolución porteña que respondía a los interes del puerto
b) un acuerdo político entre revolucionarios ideologizados y el establishment (comerciantes contrabandistas, militares, burocratas y clerigos).

Además fue un golpe de mano oportunista a una situación externa. No fue, como la Revolución Estadounidense un grito de principios (no taxation without representation) ni como la Revolución Francesa, el asalto de una clase al poder. Fue más bien como la Revolución Inglesa, una mezcla de ideología usada como escusa para acomodar un diferente balance de intereses.

Recordemos que fueron los hermanitos Rodriguez Peña los que ayudaron a Bereford a huir con la idea de lograr el apoyo de Gran Bretaña http://es.wikipedia.org/wiki/Saturnino_Rodr%C3%ADguez_Pe%C3%B1a .

El Cabildo Abierto del 22 de mayo arrojó como resultado una junta presidida por el propio Cisneros. Podemos imaginar una revolución más gatopardista y un Saavedra diciendo que las brevas (higos, http://es.wikipedia.org/wiki/Breva ) no estaban maduras.

Recordemos, a su vez, que Moreno (Mariano no Guillermo) era el Grupo Clarín de la época con su Gazeta de Buenos Aires; que Belgrano era el consulado perpetuo de comercio de Buenos Aires (como el Moreno, Guillermo no Mariano de la época); que Juan José Paso era algo así como el Dromi del momento y que Cornelio Saavedra era claramente el representante de los militares que, como muchas veces en la Argentina, jugó de arbitro entre los intereses de los distintos sectores.

Uno lee la historia argentina desde mayo de 1810 en adelante y no puede dejar de sentir un olor a inmovilismo gatopardista. Nos invade la sensación de que los grandes discursos e ideales siempre han sido esgrimidos para ocultar y defender intereses comerciales directos e identificables con mucha facilidad de un lado y del otro.

Además, cuando uno pondera este hecho evidente con los resultados obtenidos, llega a la conclusión de que a Argentina le ha ido mejor cuando quienes eran los portadores de los intereses conversaban y llegaban a acuerdos que cuando los fabricantes de discursos encaraban políticas persecutorias amparados en alguno de estos intereses en particular.

Argentina es un país de comerciantes, industriales, trabajadores y emprendedores. Pero también es un país de teorizadores y fabricantes de conspiraciones cuyo objetivo no es el crecimiento y la mejora del país sino la virtud abstracta.

En mayo, yo hubiera estado del lado de Moreno y Belgrano, mucho más por lo que se los critica que por lo que se los alaba. Por su defensa a los intereses del libre comercio. La ideología era un argumento de abogados que trajo división y muerte.

En definitiva, toda la lucha posterior a mayo entre el litoral librecomerciante y el interior proteccionista fue zanjado luego de Caseros y hasta el Centenario a partir de un buen acuerdo entre gente de negocios.

domingo, 16 de mayo de 2010

Sobre los vicios y la virtudes

Leyendo hoy el post del amigo Ángel (Java) López (http://ajlopez.zoomblog.com/archivo/2010/05/16/democratas-segun-Mencken.html); me volvieron las ganas de escribir sobre uno de los primeros provocadores de la literatura económica. Se trata de Bernard de Mandeville (http://es.wikipedia.org/wiki/Bernard_Mandeville), médico holandés que vivió en Inglaterra y que tuvo el mismo efecto sobre la economía que el que antes había tenido Machiavello sobre la política o el que tuvo el marqués de Sade sobre la literatura. Criticado por todos por sus aspectos morales pero, influenciándolos casi inconcientemente por sus razonamientos y afirmaciones.

Su libro "La fábula de las abejas o vicios privados beneficios públicos" (Fondo de la Cultura Económica) es, según Henry C. Robinson: "El libro más malvado e inteligente de la lengua inglesa" (Henry Crab Robinson, Diary).

Este poema que hoy sólo molestaría a algunos hegelianos -de izquierda o derecha- influyó en la agenda filosófica inglesa de los siguientes 200 años. Se comenta que el Dr. Samuel Johnson lo describió como un libro que todo joven tenía en su bliblioteca en la creencia errónea de que era un libro perverso.

Soy de la idea casi religiosa de que todo tiene una razón de ser en el universo. Por ejemplo, estoy convencido de que la existencia de los índices y las censuras de casi toda la edad moderna fueron un excelente recurso publicitario para libros que, sin ella, hubieran pasado absolutamente desapercibidos pues iban en contra del saber general de la época. En definitiva siempre me han servido como una guía de lo que yo debía leer.

Probablemente Mandeville fue de los primero en entender el concepto contraintuitivo del interés general construido a partir del interés individual. O por lo menos, satirizar el concepto de "una sociedad de honestos" como la fuente de la felicidad.

Llevó al absurdo la idea (que sin embargo hoy tiene más vigencia que nunca) que si las acciones son conducidas por los interesas individuales son malas y que si tienen su origen en la generosidad, son buenas.

No le llevó demasiado esfuezo probar, a partir de este axioma, que si las acciones egoístas son vicios, la sociedad necesita de ellos para prosperar y que, una comunidad generosa y desinteresada se hundiría en la recesión y la pobreza más o menos como lo hace Bhután.

En su principal argumento sostenía que el orden social era un complejo resultado de una suma algebrarica de acciones individuales y que muchos fenomenos de grado mayor a uno, ni siquiera eran considerados por sus impulsores.

Los individuos al perseguir sus propios fines, fuesen egoístas o altruístas, producían para otros resultados inesperados: una pelea comercial le daba de comer a los abogados quienes a su vez podían pagar la educación y la salud de sus hijos quienes a su vez resultaban, quizá, píos sacerdotes o médicos dedicados.

Obviamente, estos pensamientos suenan mucho a Darwin quien iba a escribir su "Origen de la Especies" cien años más tarde. Por eso es tan admirable este pensamiento evolucionista larvado que sostiene que los deseos se formulan a partir de consideraciones puramente egoístas que son a su vez, direccionadas por las instituciones y las tradiciones de una sociedad, cuyo rol restrictivo la dotan de un "formato" racional.

En la visión de Mandeville, las leyes y las instituciones de una sociedad la describen cabalmente porque ellas han sido construídas en un proceso de "ensayo y error" durante toda su existencia y sigue haciéndolo.

"A menudo asignamos a la excelencia del genio de un hombre y a la profundidad de su agudeza lo que en realidad se debe al tiempo y a la existencia de muchas generaciones, diferenciándose todas ellas muy poco entre sí en dotes naturales y en sagacidad."

Es interesante hacer notar también que, así como Adam Smith era moralista de profesión, Bernard de Mandeville era psiquiatra y su primer libro escrito en 1711 versaba sobre "las pasiones hipocondríacas e histéricas". Es decir, era un sujeto que había tenido tiempo y oportunidad de ver a muchos seres humanos en condiciones de desequilibrio psíquico.

Volviendo al viejo H. L. Mencken citado por el bueno de Ángel Lopez:

"En el mejor de los casos, el hombre es siempre una especie de animal unipulmonado, que nunca es absolutamente completo y perfecto en el sentido en que, digamos, una cucaracha es perfecta. Cuando ostenta una cualidad valiosa, casi siempre carece de otra. Dadle una cabeza y le faltará corazón. Dadle un corazón de cuatro kilos de capacidad y cabeza contendrá escasamente medio. El noventa por ciento de las veces el artista es un timador y un individuo proclive a seducir a las así llamadas vírgenes. El patriota es un fanático intolerante y, la mayoría de las veces, un jactancioso y un cobarde. A menudo el hombre dotado de coraje físico está, desde el punto de vista intelectual, a la altura de un clérigo bautista. El gigante intelectual padece de los riñones y es incapaz de enhebrar una aguja. En todos mi años de busqueda por este mundo, desde la puerta de oro al oeste hasta el Vístula al este, y desde las Orkney Islands al norte hasta las costas del Caribe al sur, jamás he encontrado un hombre cabalmente moral que fuera honorable".


lunes, 10 de mayo de 2010

Las soluciones en política

Luis Einaudi (1874-1961) (http://www.revistaenie.clarin.com/notas/2010/05/10/_-02193763.htm) fue periodista, economista, senador del reino de Italia y el primer presidente de la República Italiana elegido de acuerdo a la norma de la nueva constitución. Exilado en Suiza durante el fascismo escribió una serie de artículos compendiados en el libro "El florilegio del buen gobierno".

El escrito que estoy posteándoles ahora, creo yo, que tiene una especial utilidad para los lationoamericanos que estamos sufriendo las experiencias populistas.

Habla de la dificultad de encontrar las respuestas, de lo dificil que es resolver los problemas sociales y de que, a la postre, el camino fácil es falso y nos aleja más de la resolución del problema.

Como yo veo la cosa, los que plantean el camino fácil son resentidos que buscan venganza antes que la soluciones. Son, a decir de Nietszche, las tarántulas que quieren inyectarnos su veneno, que odiemos como ellos y que bailemos su tarantela de violencia y enfrentamiento (Así habló Zarathustra, de las tarántulas, pag 105, ed Aguilar).

Los que eligen el camino tortuoso no caen en la trampa de asignar los problemas a los "enemigos del pueblo". Saben que la verdad es esquiva y que se necesitan de muchas ideas y muchas opiniones encontradas para corregir errores y avanzar en un camino que, de ninguna manera está escrito.


El camino derecho y el camino tortuoso
Luigi Einaudi

En cuestiones económicas y sociales, el camino derecho, salvo excepciones rarísimas, es falso. Sólo es seguro y, efectivamente más rápido el camino tortuoso, a lo largo del cual caen los hombres, retornan sobre sus pasos, experimentan, fallan, vuelven a probar y a veces tienen éxito. Recuérdenlo siempre: cuando escuchen a alguien que les prometa, con fácil seguridad, la solución cierta de un problema social, que les ofrezca un específico para las enfermedades sociales, que les haga ver, más allá de un temerario período de restricciones necesarias para vencer al enemigo, el adversario del bienestar y la abundancia, que les denuncie un monstruo a combatir (vg. el capitalismo, o el comunismo, o el fascismo, o la reacción etc.), para hacer triunfar el ángel y el paraíso terrestre (vg. el mismo comunismo, o el socialismo, o el corporativismo, etc.), recuerden que quien así les habla es, en la mejor de las hipótesis, un iluso y más probablemente un charlatán, y desconfíen de él. Solamente el camino largo, sembrado de tribulaciones es bueno, pues sólo recorriéndolo aprende el hombre a mejorarse a sí mismo y a hacerse digno de la meta que quiere alcanzar. (Del libro "Lecciones de política social", 1944)

sábado, 8 de mayo de 2010

Bajo los Olmos

Hoy a la mañana, charlando con el bueno de A. J. López (http://ajlopez.zoomblog.com/) no se como surgió el tema del suicidio y de H. L. Mencken. Me comprometí con Ángel a transcribirle el artículo que, creo no está en castellano en internet y cuyo libro data de 1971. La traducción es de Eduardo Goligorsky (Ediciones Granica) y si lo quieren en inglés, está publicado en "A Mencken Chrestomathy" (Vintage Books).
Les paso también un muy interesante artículo sobre él escrito por Murray N. Rothbard http://www.lewrockwell.com/rothbard/rothbard19.html.

Finalmente, lo que Borges dijo de Mencken:

"Suelo preguntar y preguntarme: ¿Sería concebible en este país un H. L. Mencken, un aclamado especialista en el arte de calumniar y de vituperar al país? Me parece que no. El patriotismo, el seudopatriotismo argentino es una pobre cosa que está a merced de un epigrama casual, de un puntapié montevideano o del puño izquierdo de Demsey. Una sonrisa, un inocente olvido nos duelen. La popularidad de Mencken es obra de su denigración pertinaz de Estados Unidos; un Mencken argentino -con éxito- es inimaginable".


Bajos Los Olmos (1927)

H. L. Mencken
A comienzos de 1927 hubo varios suicidios en los campus universitarios, y los diarios les dieron un énfasis melodramático, procurando demostrar que se trataba de una epidemia. Varios pedagogos alarmados apoyaron la campaña, y uno de ellos, el doctor John Martin Thomas, presidente de Rutgers, declaró al Times de Trenton, Nueva Jersey, que la causa era un "exceso de Mencken". El Times me preguntó qué opinaba al respecto, y le envié la nota que sigue: "Thomas, pastor presbiteriano metido a pedagogo, fue presidente de Rutgers desde 1925 hasta 1930. Renunció para dedicarse al negocio de los seguros"

No veo nada misterioso en estos suicidios. El impulso de autodestrucción acompaña por naturaleza al proceso educacional. Todo estudiante avispado decide amargamente, en uno u otro momento de su carrera universitaria, que sería más sensato morir que continuar viviendo. Yo me eximí de las humillaciones intelectuales de la educación universitaria, pero en los últimos años de mi adolecencia, cuando empecé a vislumbrar gradualmente la verdad, resolví en más de una oportunidad que la muerte era preferible a la vida. A esa edad el sentido del humor está en baja. Más tarde, merced a los misteriosos designios de la providencia divina, se recupera.

¿Qué es lo que mantiene vivo a un hombre meditabundo y escéptico? Sospecho que en buena parte es el sentido del humor. Pero a esto suma la curiosidad. La existencia del hombre es siempre irracional y a menudo dolorosa, pero en última instancia sigue siendo interesante. Uno quiere saber qué es lo que ocurrirá el día siguiente ¿La dama del vestido malva será más gentil que hoy? Estos interrogantes mantienen con vida a los seres humanos. Si se conociera el futuro, todo hombre inteligente se mataría al instante, y la república estaría poblada exclusivamente por cretinos. Quizá ahora estamos marchando realmente hacia ese desenlace.

Espero que nadie se sienta inquieto y alarmado por el hecho de que diversos obispos, presidentes de universidades, conferencistas rotarianos y otros idiotas profesionales de la misma índole, ocupan las páginas de los diarios con pomposas discusiones sobre la presunta ola de suicidios estudiantiles. Debemos recordar que estos hombres casi nunca trabajan con realidades. Todas sus vidas están consagradas a inventar 'espantajos' contra los que luego se baten. Después de un tiempo ellos, al igual que los directores de diarios, se cansarán de esta farsa y se echarán a fociferar contra otros fantasmas. Mientras tanto, el mundo seguirá su marcha insegura. Sus ideas jamás se deben tomar en serio. Su única función visible sobre la tierra es la de actuar como ejemplos vivientes de que la cultura no es, en modo alguno, sinónimo de inteligencia.

A lo que me gustaría asistir, si semejante cosa se pudiese organizar, sería a una ola de suicidios entre los presidentes de universidades. Yo suministraría con mucho gusto las pistolas, cuchillos, cuerdas, venenos y otras herramientas necesarias. Más aún, me encantaría cargar las pistolas, afilar los cuchillos y anudar los lazos corredizos. El estudiante universitario que se arroja sin que nadie lo instigue en los brazos de Dios sólo se gratifica a sí mismo. Pero si un presidente de universidad hiciera otro tanto, su acto se convertiría en motivo de vehemente e indeleble regocijo para grandes multitudes de personas. Lanzo la idea y la hago correr...


sábado, 17 de abril de 2010

Martín Pescador

Notorios gnósticos arrebataron
a sus padres maniqueos aquel juego
(los niños lo practican desde luego)
Martín Pescador, creo, lo llamaron

Martín Pescador, millones ya pasaron
muriendo por demiurgos de agua o fuego.
Millones ya pasaron, siempre ciego,
el mundo avanza por los que callaron.

Dialéctica falaz, juego terrible;
farsa sicaria de las libertades,
cesárea vocación por lo infalible.

Parece péndulo pero es espada,
es argumento más no son verdades,
lo llaman fe siendo alma envenenada.-

martes, 13 de abril de 2010

Hablemos de inflación

"Nosotros queremos ahorrar todos los días,
y todos los días necesitamos más"
"Aquel papel en vez de oro y perlas,
es tan cómodo, uno sabe lo que tiene".
"Imprimamos entonces toda la noche
diez, treinta, cincuenta, cien, están listos.
No se imaginan qué bien le hizo al pueblo".
Wolfgang Goethe, Fausto II


Me gusta jugarla de ortodoxo, entre otras cosas, porque la vida me ha demostrado que -la mayoría de la veces- los ortodoxos tienen razón.

La ortodoxia puede no ser siempre la verdad, pero siempre es la que tiene los mejores argumentos. Y esto es así, porque es la posición que ha tendido más tiempo para construir su estrategia de defensa.

En cuanto a la inflación, la ortodoxia es muy clara; siempre y en todo lugar que exista un fenómeno inflacionario, se verifica un proceso de expansión monetaria, se emite dinero de más.

Es interesante notar que no existe doble implicancia, esto es, puede darse la emisión monetaria sin la presencia de inflación.

Este hecho hace que mucha gente se niegue a aceptar la primera premisa, asignándole la causa de la inflación a la especulación de comerciantes voraces en su afán de lucro.

Mirar las consecuencias como causas de inflación y ha tenido gran aceptación como argumento en casi todos los gobiernos de la historia desde los romanos hasta Chavez, pasando por Napoleón, Luis XIV, Mussolini y Carter.

Este argumento tiene un grano de verdad que debe ser tenido en cuenta a la hora de analizar la inflación como fenómeno financiero sobre el cual tomaremos decisiones que van a afectar nuestra riqueza.

Los empresarios y comerciantes fijan el precio más alto que puedan, esto es el que les permite obtener el mayor ingreso. Si aumentan su precio por encima de este valor, su ingreso se va a ver afectado porque van a facturar menos.

Entendiendo este comportamiento (muy humano por cierto), ahora podemos investigar que pasa por el cerebro de quien debe fijar un precio cuando por algún motivo su demanda aumenta.

El panadero ve que vende más pan y no sabe, porque no tiene todos los datos de la economía si esto se debe a que hay un aumento genuino de riqueza producido por un mayor crecimiento económico o si este incremento se debe que el gobierno está emitiendo dinero para pagar sus cuentas.

Si fuera lo primero, la mejor estrategia sería agrandar la panaderia para producir más pan; si se trata de lo segundo, lo conveniente es aumentar los precios.

Es una desición difícil porque si invierte; y la causa es la emisión, la mayor producción no será colocada en el mercado y su inversión no será rentable. Y si aumentara los precios; y lo correcto era invertir, perderá mercado frente a la competencia y su facturación se verá resentida.

En países con poca experiencia inflacionaria los agentes tienden a creer que los aumentos de demanda son genuinos y a expandirse cuando verifican un aumento en sus ventas. En países con una larga historia inflacionaria los operadores tienden a aumentar sus precios.

El problema es que Argentina tiene varios records mundiales en materia de inflación y en gobiernos poco creíbles y puestos a elegir, los comerciantes no dudan. Y, claro, rara vez se equivocan.

Además una vez que se encuentran avalados por la experiencia incorporan la práctica a su operación normal: la inflación se hace inercial.

Mi diagnóstico es que la inflación en la Argentina vino para quedarse y que va a ser mayor más que menor.

El consejo que puedo darles es que incorporen está realidad y se adapten a ella. Los que hemos vivido como asalariados la década del ochenta sabemos que debemos hacer en estos casos; pelear un ajuste de sueldo sistemático, prestarle mucha atención al movimiento de los precios y tratar de tener la menor cantidad de pesos posible.

Atesorar en monedas "de verdad" es un mecanismos aconsejable; un poco en dólares, un poco en euros.

Si usted cree que el gobierno está haciendo las cosas bien, mi consejo es el inverso; ahorre en pesos todo lo que pueda y relájese que Moreno y Moyano cuidan de su bienestar...


domingo, 4 de abril de 2010

TANGO


Tauras, paicas, percantas y gaviones
café, amigos, duelos y entreveros
farra, venganzas, llanto de varones
pebetas y malevos pendencieros.

Bulines, conventillos y pensiones
mistongos sueños, patios con aleroy
en calles empedradas de intensiones
esquinas, barras, fútbol y burreros.-

Cínico misticismo resentido
de un engañado engañador creído
creador con su torpeza de desaires.

Dioses ciegos que miran de reojo
con su justicia de amistad y enojo:
eso es el tango. También Buenos Aires.-


sábado, 3 de abril de 2010

El tiempo, Wimpi



Sacarle la punta al lápiz con una tijera y lustrarse los zapatos con la colcha, son cosas que el tipo hace a cada rato. Sacar tornillos con una uña y rascarse la oreja con un fósforo, también.

El tipo tiene una práctica de la vida, que es lo que le da la llamada experiencia. Pero carece de una teoría de la vida, que es lo que le permitiría reunir en cualquier momento todos los recursos para afrontar con éxito a cualquiera que fuesen el enojo, la pena o el miedo.

El teórico es el tipo que desde que el perro era niño lo acostumbró a no acucharse en las sillas del comedor. El práctico es el tipo que, habiendo descuidado (para no perder el tiempo) la educación del perro, cuando lo ve en la silla le tira con algo y rompe el florero.

El teórico es el que elige la ballenita del tamaño del cuello, y el práctico es el que rompe la larga, sin tener en cuenta que después resultará corta para otro cuello más alto, dando motivo a la frustración del intento de erguirlo con la ballenita mutilada,o un inútil y antiestético pataleo.

El tipo no ha logrado aún la baquía que le facilite el manejo de las cosas, ni su propio manejo. Estruja el tubo de la pasta de dientes creyendo que así "hace más rápido", sin recordar que la próxima vez tendrá que extraer la pasta con una horquilla.

Se saca los zapatos sin desatar ("para hacer más pronto", y a la mañana siguiente, para desatarlos en el aire emplea un tiempo cuatro veces mayor del que hubiese empleado dasatándoselo puestos.

Siempre ha sido más fácil manipular un zapato relleno que uno hueco.
El tipo vive en borrador, dispusto a pasarse en limpio al día siguiente. Pero, como al día siguiente no tiene tiempo, en vez de ir puliendo horas que agracien, luego, al agazapado recuerdo, va amontonando escombros, que ha de dificultar a la siguiente tentativa.

No tiene noción del tiempo.

Cuando el tipo es lerdo dice: "hay que darle tiempo al tiempo"; y el tiempo pasa, entonces, inútilmente por el tipo. Cuando el tipo es nervioso dice: "hay que aprovechar el tiempo"; pero como lo llena de empujones, de surmenages, es él, de esta manera, quién pasa inútilmente por el tiempo.

Cuando el tipo no hace nada dice que está "haciendo tiempo". Pero si cuando no hace nada, "hace tiempo", ¿cómo es que le falta tiempo cada vez que lo necesita?

El tiempo es la dimensión fundamental del tipo. Es el medio maravilloso a través del cual el tipo dura. No es el cambio el que es producido por el tiempo, sino que es el tiempo el que es producido por el cambio. El tiempo existe, en tanto que existe la actividad creadora, el tránsito de lo que no es a lo que es.

Cada hora del tiempo ("quanta" en el fluir incesante) es como un castillo encantado. Sin embargo, el tipo no llega a prender nunca la palabra mágica que hace dormir a los dragones que cuidan el castillo. Ni consigue la llave para entrar por la puerta de los escuderos.

El tipo no advierte que el tiempo que se amontona en el recuerdo no compensa nunca del que se achica para la esperanza.

Mientras le pone tiza al taco de billar, dice el tipo: "voy a matar el tiempo". Y es el tiempo quien mata.

Mata por su falta, que no es por su presencia: como el aire...

Mata totalmente cuando se le confunde, cuando se le revuelve, cuando se le mutila. Si se sabe dignificarle la marcha, en cambio, sólo la vida es lo que muere... El tiempo fluye generoso, marcando en la memoria la lección de su ayer, poniendo frente al paso la cancha de su hoy y agraciando con un gesto de convite a su mañana.

Y el tipo o desatiende lo vivido y cae del pasado al presente como cae una culebra del techo, para luego tener que pasar el porvenir curándose del golpe, o emplea el presente en hablar, aprensivo, de la marca que le dejó el pasado, y entonces, entra al porvenir descalzo, hablando sólo, mirando si lo siguen...

Todo, empero, es presente. Hay un presente del pasado, un presente del presente y un presente del futuro.


Y al tipo le caben, dentro de eso, tres dimensiones milagrosas: la del paso hacia adelante, la del pensamiento hacia adentro, la del sueño hacia arriba.
Cuando se anden, a través de los caminos todavía intransitados de esta alma arrecida de secretos y de encantos, obtendrá el tipo en cada minuto la revelación de su eternidad.



Wimpi: El Gusano Loco: Link PDF para descargar

jueves, 1 de abril de 2010

El universo piensa

"El primer "muchachos qué tallarines les serviría!", un verdadero impulso de amor general, dando comienzo a la vez al concepto de espacio y al espacio propiamente dicho, y al tiempo, y a la gravitación universal, y al universo gravitante, haciendo posibles millones de soles, y de planetas, y de campos de trigo, y de señoras Ph(i)Nk dispersas por los continentes de los planetas que amasan con los brazos untados y generosos y enharinados y desde aquel día perdida y nosotros llorándola". Italo Calvino (Cosmicómicas)



¿Qué es pensar? Pensar es realizar especulaciones sobre la realidad, es conjeturar, teorizar. Creemos que sólo piensa el ser humano y en virtud de ello nos sentimos diferentes al resto de la naturaleza.

Además pensamos para tomar decisiones. Pensamos para actuar.

Supongamos que nos damos cuenta que tenemos hambre y que sería una buena idea irnos hasta la panaderia de la otra cuadra a comprar unas facturas. He aquí un pensamiento simple y una solución directa. Tomamos la llave y cuando vamos a abrir la puerta suena el teléfono, atendemos y perdemos 5 minutos en una conversación trivial, cortamos. Vamos a tomar el ascensor y no funciona; debemos bajar por escalera... Y así, varias alternativas se cruzan por nuestro caminos demostrando que llevar el pensamiento a la acción requiere un ingrediente nada desdeñable, la voluntad.

Cada curso de acción que pensamos es influenciado, corregido, desviado y, a veces bloqueado por millones de otras decisiones tomadas por otros seres humanos y por millones de fenómenos no humanos que se atraviesan y lo afectan.

Aún cuando nuestro pensamiento tuviera la capacidad de anticipar mediante complejos modelos de decisión la mayoría de estos fenómenos; la anticipación misma influiría en muchos de ellos, modificándolos a su vez.

La trayectoria del pensamiento original "ir a la panadería" es modificado por la realidad al punto de enriquecerlo de manera aleatoria dándole a esa línea recta imaginaria, la forma de un "electrocardiograma".

Una trayectoria de ese tipo se comoce como "recorrido aleatorio" y es el camino (podríamos llamarla también la forma geométrica) más común en la naturaleza. De hecho el movimento natural por excelencia es ese y se encuentra tanto a nivel microscópico como a nivel macroscópico.

Ahora bien, nuestro pensamiento como especulación es muy simple. Podría decirse que forma parte del reino arquetipos de Platón. Pero en el momento en que lo llevamos a la acción ha tomado un recorrido muy parecido al que toman las cosas que "no piensan", las cosas de la naturaleza.

Si aceptamos que el fenómeno de la acción humana es la consecuencia del pensamiento humano, la acción no humana que describa una trayectoria análoga podría tener el mismo origen.

Podríamos decir que la acción del mar sobre la costa es el producto del pensamiento del mar y que la acción del planeta en su recorrido podría ser el resultado de su pensamiento.

Lo que quiero graficar es que si la humanidad describe el mismo tipo de trayectorias que la naturaleza es porque forma parte de la misma y no se encuentra divorciada de ésta como opinan algunos filósofos.

Los seres humanos dibujamos recorridos aleatorios donde quiera que actuamos. En la economía, en el desarrollo de ciudades, en nuestra predación diaria sobre el planeta.

Si asumimos que estos dibujos surgen de la interacción del pensamiento de la humanidad podemos inferir de manera plausible que el universo piensa, que tiene un plan.

Yo creo esto, y además creo que es lo que Darwin sintetizó en la palabra evolución y es lo Boltzman nos describió como entropía.

Uno de mis libros favoritos sin discución es "Cosmicómicas" de Italo Calvino. En este libro el narrador, Qfwfq, que tiene la misma edad que el universo, nos describe una zaga evolutiva hasta nuestros días.

Lo maravilloso de esta serie de historias es cómo Calvino no interpreta al universo y su devenir como algo separado de la humanidad. Universo, naturaleza, humanidad son todos la misma materia empujada por el mismo motor. En el caso de estas historias, el amor.

Amor, entropía, evolución. Hay algo que está empujando al universo hacia alguna parte. ¿No sería bueno tratar de averiguar de que se trata?

Ternura

Existe, estoy seguro,
un equilibrio que perdura.
El punto mágico y profundo
de la ternura.

El mundo va gastando viejos versos,
nos erosiona;
dejando rostros secos y grotescos
y una gran loma.

Allí depositamos frustraciones,
sueños ya muertos;

allí está el mundo que juramos
y el juramento.

Daríamos gustosos nuestras vidas,
lo que sabemos,
por volver a encontrar esa ternura
y ser sinceros.

Secos nuestro rostro y nuestra alma
el viento de los años no nos duele
pero daña.-